martes, 21 de febrero de 2012

TUAREG

Tuareg

Como un  animal del desierto
tendré la sed eterna
a la que me acostumbro tu cuerpo,
de tu oasis lejano
beberé tu savia agria
y los posos junto a tus yerbas
serán  mi fuente de alimento.

Eres espectro de oasis
en mi cálido desierto
pozo eres en el que me ahogo
de sed.
comienzo eres  de mi caminata
de mil pasos hacia atrás,
el sol que sofoca mi cuerpo,
tu eres la jaima que me da abrigo.




El Ser


El Ser

niebla  de formas  incognoscibles
que rueda y navega en las montañas
la mar y  cabeza

que  arranca el alma en su especidad
 enciende  cuerpo con su humedad
¡Oh!  Ave de espumas, ave de brumas
Deja de trinar tus melancólicas sonatas de invierno
Incitándome a lanzarme al precipicio.

Y tratar de ser niebla
Y tratar de ser bruma
de ser rio caudaloso
de ser la mar serena

De ser mendigo en las naturaleza
Tener cabello de musgo
Ojos de tormenta
Y Respirar los cirros que flotan en el aire
Inhalar  los faroles en otoño
de calles mohosas como mi piel.

Tratar de derribar los gigantes
 que nacen en las mesetas
que aprehenden y juegan
con los truenos a su antojo

¡Oh! Naturaleza de mi ser
Ser musgo rosa u amapola
En tu ausencia.




El Lado Izquierdo


El lado izquierdo

En el lado izquierdo del pecho
no tenia nada mas que un colmena
de avispas furibundas dispuestas
a atacar al más mínimo  movimiento,

al lado izquierdo del pecho
solo tenía un pedazo de roca calcárea,
como un asteroide que esta
a punto de colisionar con el astro azul ;la mar,
o simplemente contra si mismo

En el lado izquierdo ,
en el solo habita la razón.
Así le dijo el viejo
que llevaba un balde hueco
Para amar  “solo cambia el lugar del corazón
por el de la razón”
Desde entonces
el...
el...
el...
el...
el...
el..........
    imagen de google imagenes.

viernes, 28 de octubre de 2011

insensible

Insensible
faltarían palabras
para escribir lo que siento,
tendría que inventarlas.

palabras que corten como el filo de una daga,
que envuelvan en un sueño eterno
aquellas, que al leerlas
o escribirlas 
te lleven al paraíso,
palabras, como la herida más profunda
esas que nunca se borran .

que dejen de ser palabras
y se bañen en un mar de sentimientos.

busco palabras,
esas que no necesitan ser escritas ni pronunciadas.

palabras que broten  de una mirada
palabras que se sientan , y no se plasmen
en un papel.


sábado, 15 de octubre de 2011

En los Andes

En los Andes

Hijo de los andes soy
Y  en mis ampollas, nace el oro
Ensangrentado que brota
de la tierra madre.

Como los subterráneos ríos
que alimentan al cultivo
los meses áridos.

Sobre mi espalda, llevo
el pesar de las nubes negras
que como minas flotantes
van llevando el agua a las alturas;

allí donde el frio duerme sobre las blancas nieves
ahí donde el sol se posa como un pájaro al amanecer.

Y el bramar de mi quena, resuena en los farallones,
lugar donde místicos espíritus juegan a crear naturaleza,
lugar donde níveas manos  en forma de neblina
van cubriendo los bosques de intimpas.

Descendiente de las entrañas andinas soy.
Nacido de la madre tierra;
y por mis venas corre el frio indómito,
que mesen los heniles en la puna.

Esa escarcha que tiñe escarlata
que destrozan los dientes de las vicuñas.
Son parte de mi piel.

Hijo del friage que soy
amante de la luna, que brota
maíz de la tierra oscura,
lluvia que tiñe de vida
los cultivos en la primavera.

Hijo de los andes soy,
y mi silbido suena
a quena agridulce,
que atraviesa el aire
calmando las tormentas serranas.

Soy el cuero curtido
en el que descansa
tu cuerpo rígido entumecido,
que lucha solemnemente
sembrando a ciegas en el olvido.














sábado, 8 de octubre de 2011

Añada de ana la friolera

AÑADA DE ANA LA FRIOLERA
Nacho Vegas

Vivían en Norteña,
una ciudad costera
donde la mar era gris
y la lluvia eterna.

Ella pasaba frío
apenas la noche llegaba.
Con una manta a cuadros
él la arropaba.

Prometieron quererse
mientras el frío existiera.
Él la llamaba
Ana La Friolera.

Tuvieron un riña
y él la dejó marchar.
Supo que no volvería,
no vuelve la ola al mar.

Ella pudo llevarse
todo lo que tenía
pero dejó olvidado
el frío que sentía.

Ahora, bajo la
manta a cuadros,
él trata de coger el sueño.
Desde que ella se marchó
allí siempre es invierno.

Y la buscó sin descanso
desde San Pedro a Las Mestas.
Teme morir congelado
una noche de éstas.

La gente me llama insensato,
yo aún doy mi vida entera
por sólo una noche
con la chica friolera.

Ana La Friolera,
Ana La Friolera,
Ana La Friolera,
Ana La Friolera.

martes, 4 de octubre de 2011

Dos horas en el banco.

Dos horas en el banco

Aliento semi húmedo, caliente aspiro.
carne humana acumulada alrededor
colores impredecibles,
sobresalientes miradas
reflejan preocupación.

Una triste canción cojuda
atraviesa interrumpiendo mis tímpanos.
los cuerpos moldeados por la edad
cabellos desteñidos por el oxido,
¿Qué extraño es el ser humano?
con miradas que aletean
que se posan de ser en ser,
en pechos ,caderas, labios; rostros .

Zapatos rotos ligeros,
algunos brillan, otros bañados por el polvo.

¡Preciosas criaturas!, ¡dejen de sonreírme!
que mi sangre esta hirviendo.

Los faroles sofocan mi interior.

¡Ahí va!
la sombra de dos cabezas .

¿y te pregunto? ¿Qué extraño es el mundo?
cielo, has venido a salvarme
refrescas el aliento avivas el alma
descansas en calma.