sábado, 15 de octubre de 2011

En los Andes

En los Andes

Hijo de los andes soy
Y  en mis ampollas, nace el oro
Ensangrentado que brota
de la tierra madre.

Como los subterráneos ríos
que alimentan al cultivo
los meses áridos.

Sobre mi espalda, llevo
el pesar de las nubes negras
que como minas flotantes
van llevando el agua a las alturas;

allí donde el frio duerme sobre las blancas nieves
ahí donde el sol se posa como un pájaro al amanecer.

Y el bramar de mi quena, resuena en los farallones,
lugar donde místicos espíritus juegan a crear naturaleza,
lugar donde níveas manos  en forma de neblina
van cubriendo los bosques de intimpas.

Descendiente de las entrañas andinas soy.
Nacido de la madre tierra;
y por mis venas corre el frio indómito,
que mesen los heniles en la puna.

Esa escarcha que tiñe escarlata
que destrozan los dientes de las vicuñas.
Son parte de mi piel.

Hijo del friage que soy
amante de la luna, que brota
maíz de la tierra oscura,
lluvia que tiñe de vida
los cultivos en la primavera.

Hijo de los andes soy,
y mi silbido suena
a quena agridulce,
que atraviesa el aire
calmando las tormentas serranas.

Soy el cuero curtido
en el que descansa
tu cuerpo rígido entumecido,
que lucha solemnemente
sembrando a ciegas en el olvido.














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